Declarado Bien de Interés Cultural
Cueva prehistórica con pinturas esquemáticas. Se trata de una diaclasa con grandes bloques desprendidos, orientada al Noreste con estructura laberíntica. En su interior se hallan pinturas murales, que por las agresiones sufridas resultan irreconocibles. Podría tratarse de un hábitat neolítico. Además de las pinturas hay restos de industrias líticas, cerámica a la almagra, incisa y en relieve. Las pinturas fueron estudiadas por J. Bernier y F. J. Fortea que las dividen en siete grupos. Pectinifomes, ancoriformes, cruciformes, cuadrúpedos, tectiformes, ídolos, trazos ondulados. La situación de la cueva en una ruta de siglos ha hecho de ella un depósito de material lítico y cerámicas que alcanzan la facies del Bronce a la Edad Media. Exvoto de piedra (cabeza) y fragmentos de cerámica ibérica. Fragmentos de tegulae, terra sigillata (plato con grato CIL II2/5, 288b). Fragmentos de cerámica andalusí.